MARÍA DEL CARMEN VILLAVERDE

Tuesday, October 31, 2006

25 AÑOS DE UNA IDEA NUEVA, con un ciclo acabado

25 AÑOS DESPUÉS: LA PALABRA EN JUEGO DESDE LA
LITERATURA INFANTIL-JUVENIL

Escribe: María del Carmen Villaverde de Nessier

Corría 1972, volvía de más allá del océano con envolvente vibración de libros y palabras.
Traía, aquí, en mi corazón, proyectos, estudios y esperanzas como mariposas en vuelo.

Mucha pasión y experiencia; niños, cuentos y libros, muchos libros, los necesarios para hacer un nido y procrear historias con cielos, nidos, niños, casas y jilgueros; con hadas, con espejos, con brujas y misterios.

Así, con un enorme canasto de libros, una máquina de escribir....al hombro y un proyecto en el bolsillo, entré a la Subsecretaría de Cultura para tratar de hacer realidad un sueño.

Mi objetivo era crear un Departamento especialmente dedicado a la Literatura Infantil-Juvenil y lectura, siguiendo todas las orientaciones recibidas de mi querida amiga y profesora Carmen Bravo Villasante allá en Madrid y de Enzo Petrini en Florencia, Italia.

Un proyecto, una espera, un compañero de Facultad que sabía de mis antiguos afanes aquí en Santa Fe, en radios, diarios y escuelas, comprendió mi inquietud que fue así lentamente tomando forma real.

Era marzo, con los últimos perfumes de jazmines en una ciudad que alargaba ya sus sombras de la tarde.

El proyecto, tímidamente, se fue haciendo realidad allá por 1972, concretándose definitivamente al año siguiente.

Así nació, tras largos afanes, un área oficial, especializada, en la provincia, dedicado a dar a conocer y desarrollar la Literatura Infantil-Juvenil y por supuesto la lectura, la palabra entera, las canciones, los cuentos, los poemas. Un espacio pionero en todo el país cuando esta temática recién empezaba a tomar vuelo y ganar espacios en los medios y en la educación.

No fue fácil desarrollar los mil caminos de esta hermosa tarea difundiendo todo tipo de información a través de la toma de contacto con Centros y especialistas que comenzaban a hablar de esto en todo el mundo y con los que había tenido los primeros encuentros en Europa; de relevamientos bibliográficos, viajes por Argentina y América. Fueron brotando las semillas, así nacierosn: Biografías de escritores y de abuelos; Guías Orientadoras, Boletines Informativos, llamados a Concurso, Cursos de Formación de Formadores, Exposiciones, Encuentros con Escritores, Juegos con palabras y lecturas, diversas publicaciones periódicas, ¡todo esto y ...más...mucho más!

Cada año crecían los proyectos y las obras y aquí, en nuestra Santa Fe y en los cientos de ciudades y pueblos que iba visitando ininterrumpidamente, con valijas de libros, con cuentos y canciones para estimular a crecer desde adentro.

La Nación recibió también con entusiasmo e interés las temáticas y los objetivos del Proyecto y solicitó aportes orientadores para la Comisión Nacional de Cultura que incorporó así oficialmente el tema de la Literatura Infantil-Juvenil a sus Planes y propuestas.

Nacieron entonces, con un emocionado esfuerzo y como fruto del trabajo emprendido sin descanso, las Primeras Ferias de Libros para Niños, allá por 1975 ( de carácter nacional) y los Festivales de Lectura que logré difundir en todo el espacio geográfico, primero de la provincia y luego de diferentes regiones del país a través de la Revista “La Obra”.

El segundo paso de gigante para este emprendimiento fue la formación de un Fichero Bibliográfico de Autores Santafesinos, allá por 1976, echando a rodar los slogans:

Cambiar ardillas por cuises y abetos por chañares

Partir de lo cercano para luego universalizarnos
¡ La tarea era dura, un tanto solitaria, con mucho esfuerzo, intensa y gratificante en los resultados que a cada paso se obtenían!

Fueron pasando los primeros años de duro quehacer tratando de despertar en el ámbito del trabajo clara conciencia del significado profundo que tenía toda esta temática en el desarrollo del pensamiento creador, en la libertad expresiva y madura del decir, en el hábito lector desde una propuesta clara y sistemática. Tuve que soportar con paciencia incomprensiones, soledades, altibajos y silencios. Muchos eran los que no vislumbraban en su profundidad el rico campo formativo que abría para la gestión pública en educación este proyecto con sus bases fundamentadas en los niños y los adolescentes desde el reencuentro con las literaturas familiares, con la palabra plena, con los cuentos, la oralidad y la multiplicidad expresiva que debía centrar todas las horas de todas las áreas del aprendizaje en verdadera interdisciplinariedad.

El tiempo fue pasando y allá por 1986 ¡más de diez años después!, conseguí en préstamo y tras varios cambios de lugar, muchas veces totalmente imprevistos, un espacio propio para alojar al Departamento de Literatura Infantil-Juvenil que me cediera gentilmente la Dirección de Turismo a través de su Director, incorporando allí los primeros colaboradores permanentes. Había logrado así, después de casi doce años de labor, que el Ministerio designara a dos empleados para que colaboraran en la concreción de tantas iniciativas.

Logré organizar entonces las Primeras Bibliovalijas a partir de una idea particular largamente atesorada, fundada en mis experiencias y con el propósito de promover la lectura en los lugares apartados de la provincia carentes entonces de bibliografías nuevas y regionales, otra iniciativa pionera que a diario daba sus frutos y cuyas respuestas escritas constan en los archivos gubernamentales.

El trabajo seguía sumando siempre, presto y alegre, el apoyo de alumnos, familiares, colegios, amigos que se habían embarcado gustosos en esta cruzada educativa.

En 1988 y tras largas vigilias, antesalas y pedidos de audiencias, realizando ya la Feria Nº 14, se logró disponer de ¡la CASA SOÑADA! para fundar definitivamente un lugar exclusivo dedicado a los libros, los cuentos, la lectura desde sus bases: las literaturas infantiles y juveniles de base regional para llegar a lo universal.

Después de intensos intercambios y relaciones epistolares, de efectiva participación en todos los eventos nacionales e internacionales de la especialidad, llegaban invitaciones oficiales de los gobiernos de Venezuela, Perú, Brasil, Ecuador, México, Uruguay, Buenos Aires, Tucumán, Chubut, Misiones, Mendoza, Corrientes, La Pampa... para exponer sobre todos y cada uno de los canales abiertos a la palabra viva y nuestra con esta pujante y consolidada experiencia que había trascendido las fronteras, en Congresos, Jornadas, Conferencias para compartir nuestros logros que habían echado raíces.

Continuaban entonces, no sin esfuerzo, las Publicaciones Periódicas, las Bibliografías Orientadoras, la Hojas Voladoras, los Talleres de Narración y Lectura, Talleres de la PALABRA, Talleres integrados: plástica, música y palabras; Talleres de Teatro y de Títeres... más y más propuestas que se dirigían gratuitamente a escuelas, colegios, bibliotecas y municipios de la región, realzando la responsabilidad del Estado en el campo de la cultura.

El Departamento de Literatura Infantil que naciera allá por 1973 y luego de más de 20 años de comprometido trabajo, ya era una realidad concreta, estimulada, reconocida, premiada y hacía sentir su impronta llevando con entusiasmo la iniciativa a tantos sitios que conocieron y participaron de su accionar.

Tantos desvelos, inquietudes y emprendimientos efectivos habían madurado al fin. La casa tenía forma, color y contenido y había brotado también la Revista Chiquilines, una publicación de los Talleres que funcionaban de mañana y de tarde con cuentos, poesías, canciones y dibujos.

Cientos de escuelas, miles y miles de docentes, niños y jóvenes escucharon y “sintieron” cuentos y poemas de autores santafesinos y de otras latitudes en ruedas multiplicadas jubilosamente cada año aquí y allá.
El mundo particular de la Literatura Infantil-Juvenil y la Lectura había logrado desplegar sus enormes alas ocupando un sitial de honor en todas partes. Las grandes ruedas del engranaje pensado y cultivado con tezón habían echado a andar y el sueño de los primeros años, allá por 1991, había madurado plenamente.

25 años, una vida, un mundo de palabras y de libros terminaba su andar.

LA BASE FOLCLÓRICA DE LA EDUCACIÓN PARA DESPLEGAR, DESDE LO CERCANO, TODOS LOS SENTIDOS

La urgente necesidad de comunicación en un mundo sumergido en la sociedad de consumo, sometido a la influencia subyugante de los medios que han invadido el recinto de la familia instalándose en el hogar en forma desmedida, nos hace pensar en la búsqueda, a través de esta maraña, de un camino de salvación.

“Somos hombres dirigidos desde afuera” (David Riesmann) en muchos casos comandados como si fuésemos objetos, por elementos puramente técnicos que producen y controlan estímulos de todas dimensiones, en al gran mayoría de los casos incapaces de tratar nuestro propio sentido desde la propia naturaleza humana. Ver, oír, tocar, oler, sentir, desde la naturaleza cercana que nos envuelve, desde ningún punto de vista se compadece con al oscuridad, la falta de movimiento, la imposibilidad de dialogo que propician tantos medios técnicos.

La escuela se constituye, desde el Jardín de Infantes, en posible salvadora cuando se la vislumbra como el ente precioso, formador expresivo y partícipe del hombre de mañana y estimulador del hogar, en estrecha acción complementadota.

El pensamiento y la experiencia sensorial tantas veces separadas deben unirse indefectiblemente. La escuela tiene que cumplir en esta era, más que nunca, con un postulado básico del quehacer expresivo: VER – ANALIZAR – PENSAR – HABLAR – ESCRIBIR – LEER para lograr que el hombre se vuelva realmente “persona”, “sonar por si”, en una sociedad calificada, evitando así que se atomice, anulando sus posibilidades de creación y recreación.

Hemos pensado que un regreso al cuento, como artesanía de la palabra, con gran contenido de placer y sugestión, con buena dosis de suspenso, historia y recreación, puede constituir una piedra de toque capaz de producir una saludable reacción expresiva y lectora.

Esta posición hace pensar en la búsqueda de una “base folclórica” en la elección del material involucrado en la denominación: LITAERATURA PARA NIÑOS Y JÓVENES (lectura).

Seria interesante incorporar a los planes de estudio materias y proyectos basados en LECTURA e investigación que lleven a: NATURALEZA Y ARTE – CERCANÍA Y UNIVERSALIDAD – DISEÑO E IMPRESIÓN de libros, posters, historietas, revistas – RITMO COLOR Y DANZA. Desplegar así los sentidos llevaría a observar intensamente las variaciones de la naturaleza a lo largo de todo el año y la acción efectiva del hombre en ella.

La búsqueda regional de la emoción cuentística puede conducirnos a sorprendentes hallazgos. El regreso a las leyendas indígenas en las fuentes místicas y religiosas, el encuentro con el propio COLOR regional y sus paradigmas comparativos, tienen un material casi virgen en amplias zonas de este dilatado y multifacético país.

Así también, cada país latinoamericano posee estas inestimables fuentes que esperan fluir para revitalizar las imágenes propias reflexionando acerca de las diferentes posibilidades significativas de cada palabra. Es precisamente el folclor de donde hemos de partir, como manantial inicial, si queremos descubrir el significado y la función de la literatura en la LECTURA PERSONAL. Todo hombre que comienza a andar en la vida parte de una familia en la que siente, ve y se emociona con todo el ambiente circundante, anterior y proyectivo en que se encuentra el refugio de las tradiciones y de aquellos contenidos de carácter popular que rondaron la infancia.

La escuela, la educación sistematizada, es el reducto irrecusable. El maestro, el profesor, adiestrado, informado convenientemente para ello, logrará milagros apoyado en el alma plena de sensibilidad, de ritmo de magia expresiva de los niños y jóvenes de cualquier pueblo, interesados en la preparación de un verdadero modelo nacional aquerenciador, no de palabra y de discurso sino de promoción y de acción. Partir de las ideas para llegar a la palabra en su inagotable multiplicidad, es el fundamento de la obra. El cuento está allí, tiendo constantemente como centro motivador de actividad, surtiendo de infinidad de ideas para llegar a una auténtica elaboración de los tan necesarios “JUICIOS DE VALOR”.

Preparar a un hombre con arraigo a su tierra, a su tradición, a su patria, no es hacer o “fabricar” un “hombre folclórico” que para sentirse parte de esa tierra deba vestir botas o espuelas, no es esa nuestra intención. Buscamos plasmar una PERSONALIDAD – IMAGEN que de el tono, el matiz, de un SER NACIONAL proyectable en la comunidad universal que lo distinga sin marginaciones, que en Argentina, aún no se ha conseguido y puede llegar a conseguirse desde el rescate oral y escrito de todas sus historias.

La base folclórica del terruño, abre la tierra del encuentro con una cuentística propia donde se encuentra la exacta colocación de los valores fundamentales de la vida.

María del Carmen Villaverde de Nessier
Clelio Pedro Villaverde

Trabajo presentado en la 2 Bienal Internacional de San Pablo. Brasil. 1973y traducido al francés por Marc Soriano para La Sorbona

Friday, October 27, 2006

A LOS CHICOS QUE AMO
CON TODO EL CORAZÓN



Entrada magistral a esta máquina de hacer palabras que acaba de ingresar al mundo de nuestra casa…….!!!!!!!!!!


Mi corazón se ensancha de alegría y mis dedos entretejen los primeros conciertos de palabras con rayos de SOL que entran y salen por las ventanas de este estudio iluminado donde trabajo y trabajo hasta que él se acuesta a descansar.


A ustedes, mis queridos pequeños que en la escuela me llenaron de CARACOLES VIAJEROS, les acerco mis hilitos de dulzura y mis “cubitos de Miel” para que puedan, con el lápiz, dibujar caracoles y naranjas como los de mis últimos libros que les mostré en mi visita, y llenarlos de mensajes para los personajes de los cuentos que escucharon atentos. Algunos serán rosados, otros amarillitos y por supuesto habrá rojos y marrones para que como alambrecitos de colores vengan volando por el espacio y golpeen en mi casa donde yo los dejaré entrar para que arrullen mil y uno de los sueños que sueño sin parar.


Los espero…no me dejen esperando y esperando porque hace frío y ustedes me tiene que abrigar.




María del Carmen Villaverde de Nessier